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Seis partes del cuerpo donde la microbiota cuida de tu salud

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Seis partes del cuerpo donde la microbiota cuida de tu salud

Seis partes del cuerpo donde la microbiota cuida de tu salud

  • Presentes en zonas específicas del organismo, estas comunidades de bacterias, virus, hongos, levaduras y protozoos nos defienden de múltiples amenazas
  • Los probióticos son una opción efectiva para recuperar el balance cuando la microbiota se ve afectada por enfermedades, medicamentos, mala alimentación o estrés

 

Ciudad de México, 2018.- Por increíble que parezca, bacterias, virus, hongos, levaduras y protozoos, pueden representar una de las mejores amistades para el ser humano. Juntos, estos seres diminutos dan vida a la microbiota que, alojada en diferentes partes de nuestro cuerpo, mantiene con nosotros una relación estrecha en favor del buen funcionamiento de nuestro organismo.

A decir del Dr. Alfredo Madrigal, especialista del laboratorio Biocodex México, independiente de las variaciones en el tipo y número de elementos que las conforman, hay seis sitios en el cuerpo donde se asienta la microbiota:

  • Bronquial.- Se localiza en pulmones y bronquios, principalmente. Se cree que podría proteger al organismo de inflamaciones provocadas por alergias. El tabaco, las infecciones virales y los antibióticos pueden afectarla, lo que podría favorecer la aparición de asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Cutánea.- Alojada en toda la piel, funciona como barrera defensiva y reguladora del sistema inmune. Varía de un individuo a otro según la edad, el sexo, factores genéticos, clima, estilo de vida, toma de medicamentos.  Su estudio permite estudiar el origen de enfermedades como el acné, la psoriasis o la dermatitis atópica.
  • ORL.- Se ubica en oído (Oto), nariz (Rino) y boca y garganta (Laringo). Está conformada por más de 700 especies de bacterias. El cuidado de estos tres tipos de microbiota previene enfermedades como caries o periodontitis, infecciones del oído medio y en la faringe, respectivamente.
  • Urinaria.- Menos rica, menos variada y menos estudiada que las otras, habita principalmente en la vejiga. Actualmente, se investiga si su estado podría estar relacionado con la aparición de infecciones urinarias o con patologías de la próstata.
  • Vaginal.- Compuesta por más de 200 especies bacterianas, su composición y pH varían a lo largo de los años en función de los genes, el embarazo, la menopausia, actividad sexual e higiene íntima. Su papel es fundamental para evitar vaginosis y candidiasis.
  • Intestinal.- Presente en todo el tracto digestivo, pero concentrada mayormente en el intestino grueso, se conforma por unos 100 millones de bacterias. En desarrollo a partir del nacimiento, su composición depende de factores como vía de nacimiento (parto natural o cesárea), lactancia (materna o fórmula), uso de antibióticos y exposición a microorganismos durante los primeros tres años de vida. En los adultos, un elevado consumo de frutas y verduras (fibra) y un bajo consumo de azúcares y grasas animales propicia su óptimo funcionamiento, el cual interviene en la digestión de alimentos, nos protege de microbios dañinos, toxinas y contribuye al desarrollo del sistema inmunitario.

En el caso de una persona sana —explica el Dr. Madrigal—, las bacterias, virus, hongos, levaduras y protozoos que conforman estos diferentes tipos de microbiota, viven en armonía en un sistema perfectamente balanceado, así, el hospedero y sus huéspedes, mantienen buenas relaciones e interactúan para el buen funcionamiento de cada uno.

Pero hay varios factores que pueden alterar este equilibrio, como tratamientos médicos (especialmente con antibióticos); infecciones virales, bacterianas o parasitarias; diferentes enfermedades; cambios bruscos de ambiente, de alimentación y estrés.

Para contrarrestar estos efectos, una buena opción podría ser los probióticos; asegura el Dr. Madrigal: “Se trata de microorganismos vivos que se pueden encontrar en los productos lácteos y alimentos fortificados, pero también en comprimidos, cápsulas y sachets, y está comprobado que contribuyen al cuidado y fortalecimiento de la microbiota, especialmente la intestinal. Uno de los que ha demostrado ser más efectivo es el probiótico de origen natural desarrollado a partir de la levadura Saccharomyces boulardii CNCM I-745® “.

En este mes de la amistad, redescubre el valor de la microbiota en el cuidado de tu salud y la de tu familia y refuerza su balance en beneficio de una mejor calidad de vida y bienestar



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